La alimentación según los grupos sanguíneos
Sabías que…?
Pensó que debería existir algo para determinar las diferencias en las necesidades alimenticias de sus pacientes y se le ocurrió, que como la sangre es la fuente principal de nutrición del organismo, quizás tuviera algún aspecto capaz de ayudar a identificar esas diferencias. Puso a prueba esta teoría analizando el tipo de sangre de sus pacientes y observando las reacciones individuales cuando se les prescribía dietas diferentes.
Observó que los pacientes que pertenecían al grupo sanguíneo A parecían responder deficientemente a las dietas de altas proteínas que incluían porciones generosas de carne, pero respondían muy bien a las proteínas vegetales, como la soja y el tofu. Los productos lácteos solían producir abundantes cantidades de mucus en los senos nasales y las vías respiratorias de los individuos del grupo A. Cuando se les dijo que incrementaran sus niveles de ejercicios y actividad física, por lo general experimentaban fatiga y malestar; en cambio cuando realizaban formas de ejercicios más leves, como el yoga, se sentían animados y dinámicos.
Por otro lado, los pacientes del grupo O prosperaban con las dietas ricas en proteínas. Y las actividades físicas intensas, como el trote y el aerobismo, los fortalecían.
Así determinó que los fundamentos de la asociación con el tipo de sangre estribaban en distintos hechos:
1) El tipo de sangre, O, A, B o AB es una huella digital genética que nos identifica tan claramente como el ADN.
2) Si utilizamos las características individualizadas de nuestro tipo de sangre como orientación para comer y vivir, seremos más saludables, alcanzaremos naturalmente nuestro peso ideal y detendremos el proceso de envejecimiento.
3) Nuestro tipo de sangre es una medida de nuestra identidad más confiable que la raza, la cultura o la geografía. Es una característica genética que nos identifica, una guía sobre cómo vivir más saludablemente.
4) La clave de la importancia del tipo de sangre se puede encontrar en la historia de la evolución humana: el tipo O es el más antiguo; el tipo A evolucionó con la sociedad agrícola; el tipo B surgió a medida que los humanos emigraron hacia climas más fríos y severos; el tipo AB fue una adaptación totalmente moderna, un resultado de la mezcla de los grupos dispares. Esta historia evolutiva se relaciona directamente con las necesidades alimenticias de cada grupo sanguíneo actual.
LA HISTORIA HUMANA
No se sabe con certeza cuando comenzó la evolución humana. Los hombres del Neanderthal, los primeros humanos que podemos reconocer, se pueden haber desarrollado hace 500 000 años o más.
Al inicio todos pertenecían al grupo 0 y fue el período más prolongado. El grupo A aparece con el cambio de cazador-recolector a un estilo de vida agrícola más doméstica. Con la fusión y migración de las razas desde su tierra natal africana hacia Europa, Asia y las Américas se desarrolla el grupo B; ambos grupos no tienen más de 15 000 a 25 000 años de antigüedad. Con la primera mezcla de las sociedades de los tipos A y B aparece el grupo AB, que no tiene más de 2500 años.
EL GRUPO O : el cazador/recolector
Es el más antiguo. Cazadores diestros y formidables; la proteína de la carne era su combustible, y fue en ese momento que los atributos del grupo sanguíneo O alcanzaron su máxima expresión. Las buenas áreas de caza llegaron a ser escasas, y comenzó la migración de la raza humana. Cuando un cambio en los vientos alisios desecó lo que había sido un territorio de caza fértil en el Sahara africano, y cuando las regiones del norte, anteriormente heladas, comenzaron a calentarse, los cazadores se desplazaron del África hacia Europa y Asia.
Este desplazamiento sembró el planeta con una población básica que era del grupo sanguíneo O, el grupo de sangre predominante aún hoy. Es probable que en la búsqueda de algo comestible en cada nueva región los humanos carnívoros se hayan convertido rápidamente en omnívoros, con una dieta variada de bayas, larvas, nueces, raíces y animales pequeños.
El desplazamiento de los humanos primitivos hacia climas menos templados fue creando diferenciaciones raciales. La naturaleza los fue adaptando a las regiones de la tierra que habitaban. Los pueblos del norte desarrollaban una piel clara, mejor protegida contra la congelación que la piel oscura. La piel clara también era más apta para metabolizar la vit D en una región en la que los días eran más cortos y las noches largas.
EL GRUPO A : los agricultores
Apareció inicialmente en algún lugar de Asia o del Oriente Medio, entre los años 25 000 y 15 000 a.C., en respuesta a las nuevas condiciones ambientales. Las características salientes de su cultura fueron la agricultura y la domesticación de animales. Esta forma de vida con un cambio importante en la dieta y el medio ambiente originaron una mutación en los sistemas inmune y digestivo de los pueblos neolíticos; una mutación que les permitió ingerir y tolerar mejor los granos cultivados y otros productos agrícolas. Había nacido el grupo A.
Pero el hecho de establecerse en comunidades agrícolas permanentes planteó nuevos desafíos. Se formó un tipo de sociedad cooperativa. Dependían unos de otros (el labrador del molinero y viceversa). Planear y asociarse con otros llegó a ser la orden del día. Psicológicamente, estos son rasgos en los cuales el tipo A sobresale.
La rápida mutación genética que produjo el tipo A a partir del tipo O se debió a la supervivencia del más apto en una sociedad superpoblada.
Como el grupo sanguíneo A resultó más resistente a las infecciones comunes en las áreas densamente pobladas, las sociedades urbanas industrializadas pronto llegaron a ser de ese tipo. Aun hoy, los sobrevivientes de la peste, el cólera y la viruela muestran un predominio del tipo A sobre el tipo O.
El gen del grupo sanguíneo A se extendió por los indoeuropeos y otras migraciones. Hoy, la sangre del tipo A todavía se puede encontrar en más alta concentración entre los europeos occidentales. Los japoneses también tienen una de las más altas concentraciones del grupo A en el este asiático.
La sangre del tipo A había mutado a partir del tipo O en respuesta a un sinnúmero de infecciones provocadas por el incremento poblacional y los cambios en la dieta. Pero la sangre del tipo B era diferente.
EL GRUPO B : el nómade.
La sangre del tipo B se desarrolló en algún momento entre los años 10 000 y 15 000 a.C., en la región montañosa del Himalaya, hoy perteneciente al Paquistán y la India.
A medida que los mongoles se trasladaban a través de Asia, el gen del tipo B se afianzaba firmemente. Los mongoles se desplazaron hacia el norte procurando una cultura dependiente de los rebaños y la domesticación de animales, como lo reflejaban su dieta cárnica y sus productos lácteos.
Debido a la naturaleza de la tierra que habían escogido cultivar y a los climas excepcionales para sus regiones, estos pueblos crearon y utilizaron técnicas sofisticadas de riego y cultivo, que mostraban una asombrosa mezcla de creatividad, inteligencia y planeamiento.
La India moderna, habitada por pueblos caucásicos, tiene una de las más altas incidencias de sangre del tipo B en el mundo.
EL GRUPO AB : el enigma
El grupo sanguíneo AB es raro. Surgido de la mezcla del tipo A de los caucasianos con el tipo B de los mongoles, se encuentra en menos del 5% de la población, y es el más reciente de los grupos sanguíneos. Hasta hace veinte o veinticinco siglos, la sangre del tipo AB no existía.
En resumen:
El grupo 0 : es el tipo de sangre más antiguo y más básico, superviviente en la cima de la cadena alimentaria, con un sistema inmune resistente e ingobernable, dispuesto y capaz de destruir a cualquiera, amigo o enemigo.
El grupo A : es el de los primeros inmigrantes, forzados por la necesidad de la migración a adaptarse a dietas y estilos de vida más agrarios, con una personalidad más cooperativa para adaptarse a las comunidades multitudinarias.
El grupo B : es el del asimilador, adaptado a los nuevos climas y a la mezcla de poblaciones; representa la búsqueda de la naturaleza, de una fuerza más equilibrada entre las tensiones de la mente y las exigencias del sistema inmune.
El grupo AB : es el resultado de una rara fusión entre el tolerante tipo A y el tipo B de origen bárbaro pero más equilibrado. Nuestros antepasados nos dejaron a cada uno un legado especial, impreso en nuestro tipo de sangre.
Este legado existe de forma permanente en el núcleo de cada célula. Es aquí donde convergen la antropología y la ciencia de nuestra sangre.
Si desean saber más sobre qué tipo de alimentos y qué tipos de ejercicios o deportes les conviene según su propio grupo sanguíneo, adjunto un PDF donde se encuentra todo detallado.
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MARAVILLOSO PROFE, MI NOMBRE ES DE LA CRUZ SOY UN ALUMNO DE SU CLASE. EN EL IGA. ME ENCANTO LA PAGINA.....
ResponderBorrarMe alegro mucho que te haya gustado y te sea de utilidad. Un abrazo
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